Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. (Isaías 43:12).
El Fiel
Embajador De Cristo No Se Avergüenza de la bandera de la cruz.
No deja de proclamar la verdad por
impopular que sea. En todo lugar, a tiempo y fuera de tiempo, proclama las
buenas nuevas de la
salvación.
Los
Misioneros De Dios son llamados a enfrentar peligros, a
soportar privaciones y a sufrir vituperio por
causa de la verdad. Pero en medio de los peligros, de las privaciones y del vituperio, aún deben mantener en alto la
bandera.
El
Tercer Ángel no proclama su mensaje en forma vacilante, ni susurrándolo. Clama con
potente voz mientras vuela velozmente
por el cielo. Esto demuestra que la obra de los siervos de Dios debe realizarse ferviente y rápidamente.
Deben Ser Valientes Testigos De La Verdad. Sin nada que ensombrezca sus semblantes, con las cabezas levantadas, iluminados con los rayos del Sol de justicia que brilla
sobre ellos, regocijándose de que la redención
está cerca, salen proclamando el último mensaje de misericordia al mundo.
Estos Testigos De Los
Últimos Días Son Osados Soldados de
Jesucristo. Han gustado los
poderes del mundo por venir. Sus pies no están en arenas movedizas sino sobre la roca sólida.
No son alejados fácilmente
de la fe una vez dada a los
santos. Serán fortalecidos por su
Dirigente para enfrentar las
dificultades. Son mensajeros de
justicia, Representantes de Cristo que revelan los triunfos de la
gracia.
La Verdad Brillará Mediante Estos
Hombres elegidos
por Dios. La verdad será escuchada de sus labios, reflejada en sus semblantes y
demostrada
en sus vidas.
Llevarán el
signo de la pureza y de la integridad. La gracia de Cristo tiene una influencia refinadora y
ennoblecedora sobre el carácter.
Muchos hombres y mujeres capaces, refinados y educados se pondrán enteramente del lado del
Señor. Muchos Se Separarán de sus amigos y
sacrificarán todo interés mundanal con el propósito de proclamar las inescrutables riquezas de Cristo. Sus
Vidas manifestarán al mundo el poder del cristianismo.
Testificarán que el Evangelio es lo que dice ser: el poder de Dios para salvación. De ellos brotarán brillantes rayos de la verdad evangélica iluminando el sendero de quienes
andan en tinieblas. Su fidelidad
inmutable es registrada en los
libros del cielo. -Manuscrito
51, de 1900.
Quienes Caminan Como Cristo
Caminó, y son pacientes, amables, bondadosos, humildes y mansos de corazón, quienes ayudan como
Cristo, a llevar sus cargas, los que se
preocupan por las almas como Él se
preocupó, éstos entraran en el gozo de su
Señor.
Estos Son Los Que
Junto A Cristo verán las aflicciones de su alma y serán satisfechos. Finalmente el Cielo triunfará, pues las vacantes dejadas por la caída de Satanás y sus ángeles en el cielo
serán ocupadas por los redimidos del
Señor. -Review and Herald, 29
de mayo de 1900. RJ339/EGW/MHP 340